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¿Quiere Progresar? INNOVE ACTITUDES…

La nueva realidad que viven las Empresas está vinculada a sus cuadros de Recursos Humanos. El mercado genera oportunidades para ocupar cargos, tareas o responsabilidades en múltiples sectores y ofrece salarios verdaderamente ventajosos. Increíblemente, no se consiguen respuestas para satisfacer esas expectativas.

Hoy, las Empresas necesitan contratar personas que, además de eficientes, llenen otros requisitos. Por esta razón comprometen su imagen y se tornan atractivas para captar excelentes profesionales. Toman esta actitud ante la posibilidad de que esas personas migren a otras economías en desarrollo que ofrecen tantos o más beneficios que los ofrecidos por los países del Cono Sur Latino Americano.

En definitiva, ¿Faltan profesionales? NO. Faltan Emprendedores formados para interactuar, ya sea interna como externamente, en todo aquello que una Empresa precisa “mostrar” para conquistar su espacio, como la sustentabilidad en el mercado. Allí aparece un gran vacío de oferta Emprendedora.

Hoy no se contrata solo profesionales, sino talentos, actitudes e inteligencia desarrollada. Este es el verdadero déficit que muestra el mercado laboral. La crisis de hace 3 años dejó esa lección. Los títulos o diplomas ya no alcanzan para ingresar a una empresa. Hay que incorporar, y mostrar, mucho más que eso.

Las empresas deben optar arriesgando a contratar nuevos (y caros) talentos para integrarlos como aliados estratégicos significativos, o llevar programas de capacitación hacia todas las personas que ya actúan en ella. Para las empresas ya establecidas lo más recomendable es promover y satisfacer esas necesidades operacionales con actores que están dentro de su propia estructura.

¿Cuál es la mejor solución? ¿Despedir o Reeducar? ¿Cómo obtener “algo” más que productividad? Formar talentos leales entre las personas disponibles, ¿o procurar eso fuera del ámbito de la misma? Por otra parte, cada vez que se demite un gestor talentoso, la empresa pierde años de inversión en capacitación, entrenamiento o formación de equipo. Ese profesional conoce bien los movimientos de la organización, sus proveedores y toda una historia. No será reemplazado inmediatamente con las mismas capacidades. A partir de ese momento la empresa vivirá una inevitable desaceleración hasta que los nuevos contratados tengan total afinidad con los objetivos y metas.

Ese sube y baja altera cualquier programa de crecimiento. Más aún en el sector que representa a las PyMEs. También impacta negativamente aumentando el desespero natural de sus responsables pues son ellos quienes deben cubrir las necesidades que el “mercado” impone. Es entendible, pero no justificable, que la mayoría de las personas, profesionales o no, dejen de formarse como Emprendedores. Esto es lo realmente preocupante. Existen herramientas de capacitación dirigidas para quienes pretenden superar esa situación. El secreto es animarse y participar, el principio de todo es la auto-formación.

Allan Marcelo de Campos Costa, Director-superintendente del SEBRAE/PR - BR, dice que “el factor más importante para el desarrollo y suceso permanente de una Empresa son las personas pues ellas marcan la diferencia. Las Empresas (así como las Instituciones de cualquier naturaleza) no tienen “alma” y no promueven mudanzas culturales, no generan resultados, no se posicionan, no aprenden. Quienes pueden hacer todo eso son los seres humanos que están por detrás de ellas. Es por ello que se recomienda hacer del Empreendedorismo una cultura de vida permanente.

Las empresas deben observar más a la persona cuando se pretende contratar. Mejor aún si esas personas fueren superior a uno. Es con ese ideal que se debe buscar, en cada colaborador, al talento humano aliado y comprometido. “Ver” e identificar estas cualidades seguramente no es posible observando las calificaciones técnicas o el nivel académico del currículum. Estos valores también importan, pero no son los más relevantes. Mucho más importante son las actitudes, la inteligencia y la pasión que muestren los postulantes. Entendiendo que dentro de un Empresario primero existe un ser humano, es posible concluir que desarrollando sus capacidades y espíritu emprendedor, aparecerán ideas, aptitudes y actitudes innovadoras que conducirán al encuentro de las soluciones más apropiadas, oportunas y eficientes.

Cualquier inversión para desarrollar un Emprendimiento es muy importante. También lo es aquella destinada a la capacitación. Este es el punto de partida hacia el éxito y el suceso permanente. Eludir u omitir esta cuestión indefectiblemente llevará al fracaso al Emprendedor como al Emprendimiento y a otras personas competentes que buscan oportunidades dentro de una estructura organizacional.

Así las cosas, queda por interpretar e incorporar, realmente, que son las actitudes personales las que determinan nuestro éxito o fracaso. ¿Quiere progresar? Comience hoy mismo innovando actitudes. Pregunte, Procure, Actívese, Participe y Capacítese. La clave del éxito ES USTED.

FENOR Consultora